2011/03/23

Bienvenidos a Recetas Raudenses!

La comida es uno de los placeres más importantes en la vida. Todo comemos, muchos lo gozamos y, a algunos, nos encanta cocinar. Este espacio está hecho para todas y todos los amantes de Roa que de alguna u otra manera se interesan por los temas de la cocina y los alimentos, los que quieren compartir recetas familiares y los que recuerdan haber comido manjares en Roa y desean saber..

Las recetas que encontraran aquí son recetas de todas las familias de Roa y mancomunidad, ya que unas sopas de ajo tienen mil versiones, según la costumbre y el gusto de la familia.
Compartan con nosotros, envíennos sus recetas familiares y con mucho gusto las publicaremos en este rincón culinario. Asimismo buscamos remedios caseros para todo - desde como dar brillo a la madera a como aliviar una tos.

Esperamos poder contar con su colaboración y les agradecemos de antemano todos sus comentarios y sugerencias. Asimismo les invitamos a la página web raudense www.roadeduero.com   y a nuestro blog en Facebook 


HISTORIA:
La comarca de la Ribera del Duero es tierra de larga historia, y de historia ligada desde su época romana al cultivo de la vid. Se encuentra localizada al sur de la provincia de Burgos, bañada por el Duero y salpicada por viñedos que configuran su paisaje y suponen la base de su economía. Iglesias, palacios y conventos se maridan aquí con bodegas y lagares, complementándose y potenciando el atractivo turístico de la zona.

Aunque la tradición del vino se remonta a 2000 años, los vinos de la Ribera del Duero alcanzaron el reconocimiento de su propia Denominación de Origen en 1082. La principal misión del Consejo Regulador es controlar y avalar con su sello la autenticidad y calidad de los vinos.

Ligada a esta cultura vitivinícola ha aparecido un turismo enológico. A la par que el cultivo de la vid, se ha desarrollado durante muchos años un arquitectura propia y peculiar que conforma el paisaje ribereño. La estampa repetida de bodegas, zarceras o luceras, lagares y lagaretas excavadas en la ladera, a la salida de los pueblos, acompañara al visitante en todo su viaje por la Ribera del Duero. También el vino marca el carácter de muchas de las fiestas de la comarca, asociadas en muchos casos a tareas tradicionales de la vendimia, que poco a poco tienden a olvidarse.

Pero no es la vendimia el único referente festivo de la comarca, sino que también son muchas las fiestas relacionadas con la matanza, dado que esta tierra es generosa en productos derivados del cerdo, como morcillas o chorizos. La Horra y Gumiel de Izán son, entre otras, localidades que celebran fiestas de la matanza en las que se puede degustar distintos productos de la matanza del cerdo.

Tampoco el paisaje agrícola es exclusivo del viñedo. La Ribera del Duero burgalesa se caracteriza por una producción importante de cereales y frutales y un aprovechamiento ganadero admirable de montes y ribazos de barbechos y rastrojeras en los que pastan los rebaños de corderos-oveja churra- que tanta fama dan a la tierra. Igualmente, la caza y la pesca en los ríos Esgueva, Duero y Riaza aportan suculentos manjares que llevar a los fogones.

No obstante, resulta inexcusable señalar que el plato fuerte en toda la comarca es el lechazo, asado en horno de leña, a la vieja usanza. En una cazuela de barro, troceado en cuartos y a fuego lento, se deja asar el lechazo, que se ira haciendo en sus propios jugos. Otra de las especialidades de la cocina ribereña son las chuletillas, asadas sobre la brasa del sarmiento: hermanamiento perfecto este entre la arquitectura vegetal de las vides y el cordero. Tiene también la Ribera del Duero buen pan, destacando la torta de aceite, que casa 
estupendamente con el lechazo y la tierra. Y para acabar la comida, que se debe acompañar de buen vino de Ribera del Duero y ensalada, podemos elegir entre quesos blandos y frescos acompañados de miel o dulces típicos como los empiñonados, las yemas, el arroz con leche, las natillas o rosquillas y pastas diversas como las rosquillas de Cañada de Fuentecésped y rosquillas y pastas caseras cuyas recetas guardan celosamente las Dominicanas de Caleruega.

Amplia es la oferta de platos que podemos degustar en los restaurantes de la zona y también amplio es el abanico de recuerdos que de la Ribera del Duero podemos llevar: quesos, morcillas, vino, lechazo y diversos dulces, entre otros alimentos, nos pueden acompañar en el recorrido turístico por la Ribera del Duero y muchos de ellos deben pasar a engrosar nuestro equipaje cuando dejemos la zona. (agradeciendo a Diputación de Burgos por la información).

2011/03/19

Bacalao estilo Taberna

Te paso la receta de Bacalao al estilo taberna que me ha dado mi abuela, típico de Roa al 100%:

Durante 3 días se desala el bacalao, 
cambiando el agua cada 24 horas. 
Se asa a la parrilla un poco, únicamente para quitarle la humedad y se deja reposar envuelto en un paño blanco.

Se echa aceite en una cazuela de barro
 friendo una rebanada de pan, 
un diente de ajo y guindilla. 
Cuando esté dorado se pasa todo al mortero y se machaca con almendras. 
Se reserva.


En la misma cazuela se echa mucho aceite, una vez caliente se echa el bacalao y uno ó dos dientes de ajo cortados en láminas. 
Se mezcla lo machacado en el mortero con vino blanco y se le echa al bacalao. 
El secreto de esta receta radica en el continuo movimiento que debe tener la cazuela para que el bacalao suelte la gelatina y quede bien sabroso.
Finalmente, se adorna con un bote de pimientos rojos, se retira del fuego y se tapa con un paño blanco.
Este bacalao requiere bastante aciete.
Después de todo esto se come relamiéndose de gusto y chupándose los dedos!

(receta ofrecida  Beatriz Esteban Gómez)

2011/03/01

Alubias con Morcilla


Ingredientes

Alubias
Morcilla
Tocino
Sal
Aceite
Cebolla
Ajos
Laurel
Tomate
pimiento verde


Preparación
La víspera habremos echado a remojo, las alubias y el chorizo, escurrido esto, lo pondremos a cocer con agua fría echando todos los ingredientes, menos un trocito de cebolla, el aceite y la sal, que reservaremos para el final, tapando la cazuela, que cuezan a fuego lento, se ponen con poco agua, y se van añadiendo, de vez en cuando, según va haciendo falta.
Veinte minutos antes de que se hayan cocido, añadir la sal, retirar todos los "tropiezos" y hacer un refrito de aceite con cebolla picada, fina, cuando esté dorada, añadir un poco de pimentón, y harina, remover y echar por encima, que dé un pequeño hervor, comprobar el punto de sal, cortar el chorizo en trozos y untarlo con las alubias, quedando listo para servir.